"Con la mar en calma todas las naves navegan sin dificultad"
Por desgracia no estamos en una situación de mar en calma, pero ello no puede llevarnos al derrotismo ni a la predeterminación (cuántas veces hemos oído “como estamos en crisis me va mal”). No cabe duda de que la crisis nos afecta a casi todos, pero le proponemos reflexionar sobre las siguientes ideas:
- Dónde hay una amenaza hay una oportunidad.
- Si estoy en una situación de crisis los demás también y ahí se pueden abrir nuevos potenciales clientes, mercados y negocios.
- No a todos nos afecta por igual la crisis porque no todos la previeron igual, no todos gestionaron igual sus capacidades o fortalezas ni eliminaron o redujeron sus debilidades de igual manera.
- Achacar a la crisis, a terceros o a la mala suerte nuestra situación económica no nos va a ayudar a mejorar. Sólo analizar nuestros aciertos y errores nos puede ayudar.
- ¿A dónde quiero llegar? ¿Cómo quiero ser dentro de 5 años? ¿Qué es lo que tengo que hacer para llegar ahí? ¿Puedo hacerlo?
Sólo el análisis personalizado de cada caso, de cada mercado, de cada empresa puede dar lugar a un diagnóstico adecuado y a una gestión eficaz.
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